Hace unos meses se confirmaba que Volvo era el nuevo dueño de Polestar adquiriendo gran parte de su accionariado para contar con el poder de esta compañía. El objetivo, según la marca sueca, era conseguir que esta firma tuviera un nombre propio como ya lo tienen M de BMW, quattro de Audi o AMG de Mercedes. Un reconocimiento que llegaría tomando el control de la misma empresa para apostar de manera más fuerte por versiones Polestar.
Pocos meses después Volvo ha confirmado que están trabajando en esta nueva gama de vehículos, y que entre sus planes cobra especial importancia la electrificación. La marca quiere vender híbridos de altas prestaciones desde su división deportiva Polestar, llevando al mercado modelos capaces de competir de tú a tú con los poderosos alemanes con la particularidad de que todos ellos cuenten con un sistema híbrido bajo su piel.
Aunque el propio Lex Kerssemakers, CEO de Volvo Norteamérica, ha confirmado que aún es pronto pues la compañía se encuentra estudiando las herramientas de marketing a utilizar y el tipo de estrategia a seguir, hay mucha ilusión puesta en este proyecto: “La electrificación me ilusiona porque puedes ofrecer diferentes niveles de prestaciones y de maneras diferentes”, dijo el propio Kerssemakers en una entrevista cuando se le preguntaba por este tema.
“Sabemos que va sobre coches prestacionales pero deben reflejan nuestra postura en cuanto a sistema de propulsión, así que la electrificación jugará un papel importante cuando hablemos de coches Polestar”, continuó diciendo el CEO de la compañía sueca en Norteamérica. De la misma manera Lex Kerssemakers dejó claro que no se inspirarán en los alemanes, y que seguirán su propia filosofía: “Al final somos Volvo y vamos a lo nuestro. Copiar a otros no tiene sentido. No vamos a hacer el coche de carreras definitivo; queremos hacer coches prestacionales utilizables en el día a día y eso es lo que Polestar representa”.