El Fiat 500 serie F se expondrá oficialmente a partir del 10 de febrero de 2019, como parte de la exposición “El valor del buen diseño” del Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Alcalá de Henares, 13 de diciembre de 2018 . Tras la adquisición del Fiat 500 por el Museo de Arte Moderno de Nueva York el año pasado, el Fiat 500 serie F se expondrá en el museo por primera vez del 10 de febrero al 27 de mayo de 2019, como plato fuerte de “El valor del buen diseño”, exposición procedente de la colección estelar de diseño industrial del MoMA.
“El 500 es un icono del estilo italiano que nunca ha pasado de moda y que a lo largo de las décadas ha ganado adeptos en todo el mundo por sus características clave y su fuerte personalidad”, ha afirmado Luca Napolitano, director de las marcas Fiat y Abarth para la región EMEA. Desde 1957, el Fiat 500 siempre ha llevado el color y una sonrisa a la vida cotidiana por todas las carreteras del mundo, convirtiéndose en un embajador del “Bel Paese” y en un icono de estilo y diseño Made in Italy.
Acerca del Fiat 500
El modelo que se expondrá en el MoMA será un 500 de la serie F, la más popular del 500, producida entre 1965 y 1972. Contando las otras versiones (a saber, la Sport, D, L y R) de la primera generación, se produjeron un total de más de cuatro millones de coches desde 1957 hasta 1975. El automóvil es una clara expresión de forma al servicio de la función, con un uso lógico y económico de los materiales y la creencia de que el diseño de calidad debe ser accesible para todos. El desarrollo de coches económicos y fiables como el Fiat 500 fue esencial para la motorización del continente europeo de la posguerra. A través de su diseño e importancia en la historia de la Italia de mediados de siglo, el 500 encarna muchos de los principios que tipifican el diseño modernista de mediados de siglo y lo relacionan con los temas explorados en las obras de toda la colección del museo.
Comúnmente conocido como el “Cinquecento”, el nuevo 500 fue diseñado por el diseñador e ingeniero Dante Giacosa y lanzado en 1957. Giacosa, quien se incorporó a Fiat en 1927, fue responsable de muchos de los diseños más importantes que surgieron de este fabricante de automóviles durante sus 43 años de carrera, incluidos el original 500 “Topolino” y el posterior 500 “Nuova”. Un coche de ciudad compacto con motor trasero, el 500 fue concebido como un automóvil económico para las masas. A pesar de sus pequeñas dimensiones exteriores, el diseño de Giacosa maximizó el volumen interno, dando como resultado un interior sorprendentemente espacioso que podía albergar a cuatro pasajeros. El techo de tela plegable de serie aportó a este vehículo económico la sensación de lujo y, al mismo tiempo, disminuyó la cantidad de acero, un bien preciado en ese momento, necesaria para la producción del automóvil.
Este éxito indiscutible también se obtuvo en 2007 con el lanzamiento de la nueva generación. El 500 de hoy, al igual que su ilustre antepasado, ha tenido un éxito inmediato en todo el mundo con una impresionante variedad de premios, entre ellos, “Coche del año” y “Compasso d'oro”.
El valor del buen diseño
Con objetos como muebles y electrodomésticos o cerámica, vidrio, electrónica, diseño de transporte, artículos deportivos, juguetes y diseños gráficos, “El valor del buen diseño” (del 10 de febrero al 27 de mayo de 2019) explora el potencial de democratización del diseño, comenzando por las iniciativas Buen Diseño del MoMA desde finales de la década de 1930 hasta la década de 1950, que promovieron productos contemporáneos bien diseñados y asequibles. El concepto de Buen Diseño también se extendió más allá del museo y los gobiernos de ambas partes de la Guerra Fría lo adoptaron como herramienta vital de reconstrucción social y económica y de avance tecnológico en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, del que el Fiat 500 es un ejemplo clásico. La exposición también plantea aspectos sobre lo que podría significar el Buen Diseño en la actualidad y si los valores de mediados de siglo pueden traducirse y redefinirse para un público del siglo XXI. Los visitantes pueden juzgar por sí mismos probando algunos clásicos del "buen diseño" que aún están en producción, y explorando cómo, a través de sus tiendas de diseño, el MoMA continúa incubando nuevos productos e ideas en un mercado internacional.
