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La marca cuenta con varios hitos en cuanto a la incorporación de nuevas tecnologías en los vehículos.
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Celebra su aniversario con el lanzamiento de una edición especial del modelo Insignia.
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La nueva generación del Opel Corsa llega en 2019.
Este será, sin duda, un año importante para la marca automovilística Opel, que en 2019 celebra su 120 aniversario. Su historia está unida a las constantes innovaciones, puesto que se les considera pioneros en los avances de alta tecnología y llevarlos a la producción en serie.
Por ello, Opel lanzará al mercado una edición de su modelo Insignia especial 120 aniversario, tanto en versión berlina Grand Sport, como en familiar, Sports Tourer y, en ambos casos con un amplio equipamiento y la posibilidad de elegir entre el motor 1.5 litros turbo de gasolina de 140 CV o el diesel, 1.6 litros de 136 CV.
También cuenta con tecnologías avanzadas como el reconocimiento de señales, la alerta de colisión frontal y la alerta de cambio Involuntario de carril, una vez más, como la marca continúa apostando por la innovación. Antes de llegar hasta aquí, la propia marca Opel ha comunicado en una nota de prensa las innovaciones que han promovido a lo largo de su historia:
- El motor del Motorwagen. Este modelo se lanzó al mercado a finales del siglo XIX y fue el mayor logro en diseño de motores hasta la fecha en términos de simplicidad de mecanismo y robustez de la construcción.
- Una velocidad de vértigo por el motor de dos cilindros y 12 CV. Los años previos a 1902, los clientes demandaban más potencia y la compañía satisfacción la demanda con el primer motor de dos cilindros de la marca. Se trataba de un coche con carrocería descapotable que alcanzaba la velocidad de 45 km/h.
- La suspensión síncrona. En la feria comercial de Berlín de 1934 se presentó este diseño alternativo a la suspensión de rueda delantera sin eje. Esto permitió que los baches no se filtraran al interior del vehículo.
- El 'seis en línea'. Este avance confirmó la idea de Opel de impulsar una democratización de las tecnologías de alta calidad. Las berlinas medias y el coupé fueron dispuestos de un refinado motor de seis cilindros en línea que daba la sensación inmejorable.
- Un diseño diferencial en el Opel Diplomat. Este modelo de la marca contaba con una solución avanzada en motorización y chasis. Se trata de diseño en el que el eje de unión de las ruedas no soporta el diferencial, algo que combina las ventajas de la caída constante del eje rígido con los beneficios de un sistema de ruedas independientes. El eje De Dion está unido a cada rueda trasera con su muelle y amortiguador telescópico y describe una curva para salvar el diferencial. El diferencial, por tanto, está unido al bastidor y es parte de la masa suspendida. En un eje rígido normal, por el contrario, el diferencial está en el eje y forma parte de la masa no suspendida.
- 105 CV en un compacto. En 1975, Opel realizó una declaración de intenciones al dotoa con un motor de 105 CV a un automóvil compacto, con el que llegaba a acelerar de cero a 100 km/h en 10,2 segundos. Alcanzaba una velocidad máxima de 184 km/h y más tarde, con el motor de 2.0 litros, incluso llegó a los 190 km/h. Estaba destinado a un conductor medio más deportivo. Esta innovación también incluía una mejora en el chasis, para que este gestionara la alta potencia del motor con eficacia.
- Más seguridad con el chasis DSA en el ejem trasero. Al aumentar la potencia del motor, Opel también debía incrementar la seguridad. Para ello, en los modelos Senator, Omega 3000 y Omega 3000 24V, los ingenieros de Opel instalaron un sistema de suspensión trasera multibrazo que se basó en un chasis de seguridad DSA, que la garantizaba en todos los rangos de velocidad.
- Resistencia aerodinámica. A finales de 1990, la tracción total -ya incorporada en el Vectra- también se incluyó en el coupé. El sistema aseguraba una buena tracción, una excelente estabilidad de frenado y un comportamiento seguro en todas las situaciones.
- FlexRide. A partir de 2008, Opel incorporó este aspecto en sus catálogos para una mayor diversión de conducción y seguridad. Se consiguió con un chasis con el que el conductor podía ajustar la dinámica a dinámica de conducción de acuerdo con sus propias preferencias seleccionando el modo Normal, Sport o Tour, una verdadera primicia en el segmento compacto. Inicialmente se reservó para el nuevo tope de gama, el Insignia de Opel, pero se introdujo también en la nueva generación del Astra solo un año después.
- Lo último en precisión. El Opel Insignia marca actualmente lo último en precisión y diversión de conducción, en su versión más deportiva como el modelo tope de gama GSi. También en este acabado se cuenta de serie con el chasis FlexRide más desarrollado. Además, incorpora el sistema de tracción integral Twinster que sustituye el diferencial convencional en el eje trasero por dos embragues que pueden controlar en fracciones de segundo el par transmitido a cada rueda trasera individualmente. Dependiendo de la situación de la conducción, se acelera cada rueda, independientemente del estado de la carretera o de las condiciones climáticas.
FUENTE: 20 MINUTOS