La asociación de fabricantes de automóviles, Anfac, reclama que se aborde con urgencia la revisión del impuesto de matriculación. José Vicente de los Mozos, su presidente, ve con preocupación «la indefinición administrativa al respecto de la actualización de los tramos del impuesto a la normativa de medición de emisiones WLTP», actualización que entraría en vigor el próximo 1 de enero de 2021. Si no se aborda antes de esa fecha, subirá de precio un 50% de los vehículos que se venden en España, con un impacto especial sobre los vehículos que se fabrican aquí.
La nueva normativa, más exigente que la antecesora NEDC, arroja valores más altos de contaminantes para un mismo vehículo, lo que afecta al tributo, que se calcula en base a las emisiones de CO2 de cada coche. El impuesto, si no hay cambios, subiría el 1 de enero de manera automática - cuando expire la prórroga de dos años que aprobó el ministerio de Industria- e incrementaría de facto los precios de los vehículos vendidos a partir de esa fecha que cambien de tramo impositivo por esta modificación técnica del cálculo de las emisiones. Anfac entiende que «este ascenso de facto tendría un impacto muy negativo en un mercado que no consigue remontar el impacto del coronavirus», explicó De Los Mozos.
La semana pasada fue Renault quién pidió pasar de 120 gramos de dióxido de carbono (CO2) a 144 gramos los modelos que no pagan impuesto de matriculación ya que con la entrada en vigor el 1 de enero de 2021 de la nueva normativa WLTP serán muchos los vehículos que, aunque en la actualidad no pagan esta tasa, tendrán que asumirla. El director de Comunicación de Renault en España, Jesús Presa, afirmó a Ep en la presentación del nuevo Dacia Duster GLP, en la que ha indicado que lo que pretende la compañía es elevar el rango del impuesto entorno a un 20% para lograr así «neutralidad impositiva«, ya que esta nueva regulación de la medición de emisiones es »más estricta« y por lo tanto aumenta los niveles homologados de los coches. Según él, este cambio de regulación «desposicionaría» a cerca de un 75% de los coches producidos en España, ya que pasarían de un impuesto de matriculación del 0% a uno del 4,75%.
«Manejamos una previsión de caída del mercado de turismos y comerciales ligeros de entorno a un 30% o 35% para el año que viene si esto no se modifica«, lamentaron desde Renault, que señala que muchos de estos modelos son 'made in Spain' y esto podría afectar a las fábricas ya que »para construir en España el mercado interior es muy importante«.
Se da la circunstancia además de que los fondos del Programa Renove 2020, con incentivos para cambiar de coche, desaparecerán el 31 de diciembre de 2020, lo que supone otro aliciente para cambiar de vehículo este año en lugar de esperar a 2021.
FUENTE: https://www.abc.es/motor/
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