El modelo coreano estrena la versión GT y la híbrida enchufable y llegará a España en octubre
Nos trasladamos hasta Múnich, Alemania, para conocer de primera mano el Optima Sportwagon en un mercado en el que la carrocería familiar es la reina. Antes de montarnos en él, su diseño nos llama la atención. Se trata de la variante GT-Line, novedad en el modelo, que le conforta un aspecto elegante y de aires deportivos.
Una vez que nos adentramos en su espacioso interior, el diseño también es de nuestro agrado. Líneas horizontales, unos acabados muy correctos y lo más importante, todo está a nuestro alcance. No tenemos que volvernos locos para encontrar elementos básicos. Este aspecto también se debe a que la consola central se encuentra orientada 8,5 grados hacia el conductor. Una imponente pantalla táctil de 8 pulgadas reina en la consola central (de serie es de 7"), fácil de entender y con cartografía en 3D.
En cuanto al display del Optima Sportwagon es una mezcla de lo analógico y lo digital. En él hay dos relojes clásicos (velocidad y cuentarrevoluciones) junto a una pantalla en el centro que nos ofrece las indicaciones del navegador, datos del viaje, o por ejemplo, la lista de reproducción del USB. Kia equipa al Optima con un equipo de serie con seis altavoces aunque opcionalmente podemos montar un sistema de sonido Harman Kardon de 490 W, con ocho altavoces, amplificador externo, subwoofer y el sistema Clari-Fi MP3 de restauración de sonido con un resultado muy bueno.
También se incluyen elementos como Apple y Android Auto, cargador inalámbrico o asientos calefactados y ventilados con memoria.Tecnológicamente, el Optima SW no tiene nada que envidiar a cualquier rival directo en ayudas a la conducción. Cuenta con sistema de frenado autónomo, detector de ángulo muerto, control de velocidad y estabilidad, información sobre los límites de velocidad, asistentes de luces largas o asistente inteligente de aparcamiento.
