El desarrollo y diseño de un automóvil es a menudo un gran misterio para todos aquellos que no trabajan en la industria. Descubrimos paso a paso el laborioso proceso que lleva a cabo Honda antes de lanzar un nuevo modelo al mercado, una aventura que puede durar varios años e implicar a decenas de especialistas en procedimientos tanto tecnológicos como artesanales.
El primer paso para comenzar a crear un nuevo vehículo es conocer el mercado. Para ello, los diseñadores salen a la calle para observar la situación actual del mercado, se reúnen con clientes potenciales y planifican un concepto que tenga potencial para satisfacer las necesidades y aspiraciones de una parte importante de la población. El resultado serán las líneas maestras, las características básicas del nuevo modelo, que servirán de referencia durante todo el proceso de diseño, desarrollo y promoción.
No se trata únicamente de definir la forma exterior del modelo. En esta fase de desarrollo, los diseñadores también discuten y comienzan a elaborar los espacios interiores, su funcionalidad y confort. Se deciden las prioridades y requisitos que el modelo deberá cumplir para competir en el feroz mercado de la automoción, sin sacrificar su atractivo estético ni su capacidad de emocionar al comprador. El arte se topa con la realidad, y el diseño se adapta a las posibilidades y requisitos técnicos y de seguridad de la ingeniería.
Cuesta de imaginar, al admirar un coche circulando, que comenzó siendo un simple dibujo sobre un trozo de papel. Y sin embargo, tal y como nos recuerda “Paper”, el mítico anuncio corporativo de Honda, es así como empieza a rodar todo automóvil. Es la primera forma que toman las ideas, que al mismo tiempo da lugar a nuevas discusiones que desembocarán en las decisiones necesarias para seguir con el desarrollo del modelo. En un intento por imaginar todas las posibles opciones, los estilistas elaboran a mano cientos, a veces miles de bocetos, cada vez más detallados.
Una vez las ideas están más claras tras la discusión de las fases anteriores, y a partir de los bocetos dibujados, se procede a seleccionar las direcciones de desarrollo con más posibilidades y expresarlas en una imagen realista capaz de representar el modelo de producción.
Tomando como referencia los bocetos y el rendering, un equipo especialista que incluye un verdadero trabajo artesano moldea una maqueta 3D con arcilla industrial. A menudo en este punto todavía se están considerando múltiples versiones del prototipo, por lo que se construyen varias maquetas en arcilla. Las primeras se suelen hacer a escala, para ganar tiempo, y sólo la última se hace a tamaño real, con un peso de varias toneladas, muy superior al que sería el peso del modelo real. La maqueta servirá para llevar a cabo una serie de verificaciones y tests aerodinámicos. En esta fase se aprovecha también para mejorar el diseño y avanzar hacia una forma más funcional y atractiva.
El siguiente paso consiste en elaborar una maqueta 3D usando tecnologías digitales, de manera que los equipos situados en diferentes áreas geográficas puedan tener acceso y hacer las comprobaciones pertinentes. Se trata de una herramienta fundamental y muy efectiva en las primeras etapas de desarrollo, que a menudo incluye vídeos sobre el funcionamiento del espacio interior y el panel de control.
A la hora de diseñar el interior del automóvil, en los últimos años la pantalla ha ganado mucho protagonismo. La interfaz actúa como punto de contacto entre un conductor y su coche. No sólo es fundamental para el correcto funcionamiento del vehículo, sino que a menudo representa también su encanto, su atractivo, su capacidad para seducir, apasionar y entretener a los clientes potenciales. Un área principal en el diseño de vehículos actual, que se esfuerza cada día por innovar y explorar nuevos caminos.
Llegados a este punto, un grupo específico de diseñadores se encarga de crear todos los colores para el exterior y el interior del vehículo, así como la textura de cada una de las partes. Como ya explicamos en el post El desconocido trabajo de los diseñadores de colores de coches, el trabajo del diseñador de colores va más allá de escoger colores bonitos: tienen que ser tonos que expresen el concepto básico, el ideal, que el modelo pretende expresar. Los colores se crean siempre teniendo en cuenta la personalidad del modelo, las preferencias de los clientes y determinadas características culturales de las diferentes regiones donde se quiere introducir. Para ello, se tienen en consideración ideas procedentes de otras industrias creativas, como la moda o la arquitectura.
Esta es una fase técnica, en la que se comprueba que el modelo diseñado puede efectivamente fabricarse. Para ello, se crea un equipo mixto de diseñadores y desarrolladores que discuten y determinan cómo será el modelo final.
El diseño propuesto se verifica de nuevo para refinar la apariencia del modelo. Después, a partir de datos clase A, se crean los bocetos digitales que permitirán construir los moldes para el producto final.
A partir de un modelo de prueba lo más fiel al producto posible, se comprueban los materiales y sistemas que no han podido testearse con la renderización y el modelado con arcilla. Se refina el diseño y se deciden las especificaciones finales.
Tras el largo proceso de desarrollo del nuevo prototipo, llega la etapa de promoción. El equipo de relaciones públicas trabaja con el de desarrollo para planificar los eventos de presentación del nuevo concept tanto dentro de Honda como a la industria, medios de comunicación y públicos especialistas. También se preparan todos los materiales informativos sobre el nuevo modelo. Aún harán falta unos años más, y considerables cambios en el diseño, hasta que el prototipo se convierta en un modelo de producción y se ponga a la venta.