Honda acaba de anunciar recientemente su apuesta de vehículo eléctrico de baterías, el Honda e. El futuro nos dirige sin vuelta atrás a un futuro definitivamente eléctrico y autónomo. El incremento de la congestión en las ciudades, sumado a la falta de plazas de aparcamiento; la dispersión en las áreas regionales suburbanas y la falta de transporte público eficiente y el envejecimiento de la población convierten a la conducción autónoma en una solución de movilidad para un futuro próximo. Esta nueva modalidad ofrecerá un servicio puerta a puerta y permitirá el uso compartido de vehículo, así como el transporte de camiones, autobuses, taxis y automóviles sin conductor. Este hecho minimizará el error humano en la conducción, causa de más del 90% de los accidentes a nivel mundial. Honda ya trabaja para tener listo en 2020 el vehículo autónomo de nivel 4 para operar en autopistas (altamente autónomo, sin intervención humana, excepto en situaciones excepcionales como malas condiciones metereológicas) y en 2025 para uso particular en cualquier tipo de vía.
Aparte de estos desarrollos en curso, Honda trabaja de forma intensa para mejorar la comunicación entre vehículos e infraestructuras, para conseguir otro gran objetivo de la marca a largo plazo: las cero colisiones.
Pero todo este futuro entorno, que Honda visualiza, no surge de forma espontánea. La compañía lleva años trabajando en prototipos visionarios que avanzan las tecnologías del mañana:
Este modelo mezcla el look innovador y deportivo con la inteligencia artificial, para desarrollar una gran experiencia al volante con una unidad de potencia eléctrica de cero emisiones.
Este concept ha constituido el germen, tanto en estética como a nivel técnico, del Honda e. Su aspecto bajo y ancho unido a sus dimensiones sumamente compactas (es 10 cm más corto que el pequeño Jazz) lo convertían en el prototipo perfecto para la conducción urbana. Los acabados en madera, la consola panorámica flotante y los innovadores retrovisores (son pantallas de cámara digital) ya apuntaban las excelencias del actual Honda e.
Este vehículo, equipado con inteligencia artificial, aprende del conductor al detectar sus emociones y, en base a las decisiones tomadas con anterioridad, le ofrece diferentes opciones. Por ejemplo, puede recomendarle música en función de su estado de ánimo y darle soporte en su rutina de conducción diaria. El NeuV ofrece nuevas posibilidades a sus propietarios cuando no lo usan, funcionando como un vehículo autónomo compartido (el propietario no usa el vehículo el 96% de su tiempo), o aportando la energía acumulada a la red eléctrica en momentos de alta demanda. Nueva movilidad y eficiencia energética son dos nuevas formas de generar valor a través de este prototipo.
Este curioso ingenio entra en la categoría de pequeño vehículo robótico autónomo de transporte de carga y personas. Es muy útil para espacios pequeños en los que uno deba desplazarse; también puede convertirse en una barra de café, una improvisada mesa de mezclas, o incluso en una heladería o una barbería ambulante. Robocas es mucho más que un vehículo de carga y transporte; conecta a través de la tecnología a las personas.
Honda imagina una sociedad en la que la movilidad eléctrica sostenible y la eficiencia energética tendrán un papel crucial. El futuro ya está más cerca de lo que crees…