Hace unas semanas os contábamos que Subaru no estaba interesado en crear un sistema de conducción autónoma, sino que quería centrarse en la creación de sistemas de apoyo a la conducción que ayudara al conductor a evitar accidentes y hacer que la conducción fuera más segura. Estos sistemas se incluyen bajo el paraguas del llamado EyeSight, un proyecto que lleva desarrollando desde hace 28 años y que ha ido incorporando poco a sus modelos. Ahora, quiere invertir más de 23 millones de euros en la pista de pruebas de Bifuka, en Japón, para probar las nuevas versiones del EyeSight.
Estas instalaciones se crearon en el año 1995 para probar los coches de la marca en condiciones de conducción con hielo y nieve, para comprobar su comportamiento en situaciones de baja adherencia a la pista. Las pruebas servían para realizar tests de funcionamiento de sus tecnologías de seguridad en situaciones de climatología adversa. Con las modificaciones que se realizarán a lo largo de verano, Subaru podrá aplicar el EyeSight de última generación y comprobar su eficacia en carretera.