HISTORIA DEL QUADRIFOGLIO VERDE

La marca milanesa Alfa Romeo, siempre ha destacado por hacer de sus coches verdaderas obras de arte en las que no pueden faltar el bello diseño italiano, la pasión y la deportividad.

Y uno de los símbolos que mejor representa esa deportividad es el mítico ‘Quadrifoglio Verde’ que acompaña a los modelos más deportivos y radicales de la marca desde el año 1923. Se trata de un triángulo blanco presidido por un gran trébol verde de cuatro hojas. Pero, ¿de dónde proviene? Retrocedamos unos cuantos años…concretamente hasta 1923.

Como bien sabréis, en el pasado, Alfa Romeo fue líder en el mundo de la competición. De ahí precisamente obtenemos este auténtico amuleto. El primero en introducirlo fue Ugo Sivocci, un piloto experimentado que no destacaba por tener una buena suerte y eterno segundo puesto. Fue en la carrera Targa Florio, cuando el piloto decidió que le pintasen en la calandra de su bólido un cuadrado blanco con un gran trébol verde de cuatro hojas con el fin de obtener buena suerte. Y así fue, el piloto se proclamó campeón de la prueba.

A partir de entonces, todos los Alfa Romeo de carreras comienzan a llevar el Quadrifoglio en su esqueleto. Meses después de ganar la prueba; Ugo Sivocci, el piloto de Salerno pierde la vida en el Circuito de Monza, donde preparaba el Gran Premio de Europa, después de que su P1 se saliese en una curva. Precisamente, ese vehículo no llevaba pintado el amuleto. ¿Casualidad? Con este hecho, quedaron demostrados los prodigiosos poderes de este símbolo.

Desde su pérdida, el Quadrifoglio Verde aparece representado sobre un triángulo en lugar de un cuadrado para conmemorar su ausencia.